jueves, abril 07, 2011

La serpiente llorona

A escasos metros del ramal de la carretera a la laguna de Pacucha o al lado de la carretera a Champaq’ucha, en la zona de Sacha-pucro (loma de árboles), caserío de Ollabamba, comunidad de Lliupa-pukio (todos los manantiales), distrito de San Jerónimo y provincia de Andahuaylas, se encuentra los petroglifos de Sacha-pukro. Estos petroglifos eran, pues, hasta hace poco un libro entreabierto, casi cerrado y silenciado por el paso del tiempo para los ojos de propios y extraños.


Las figuras allí representan plantas, animales, figuras antropomorfas y astronómicas.

Se entiende por petroglifos al grabado sobre rocas que son propios de los pueblos prehistóricos de la época neolítica. Un ideario ideográfico para la interpretación de la cosmovisión de la época. De hecho que fueron representados por los ancestros de los propios Shankas.

Sacha-pukro, además de los petroglifos guarda otros llamativos y encantadores tallados sobre roca y piedra calcina. También se puede apreciar restos óseos de seres humanos. Una de las calaveras de carácter cónica evidencia una notoria deformación. Muy posiblemente esta deformación fue causada de manera intencional, por motivos rituales, religioso o simplemente obedeciendo a razones estéticos. También se puede apreciar al tallado “Tukuy ricuq aya” (la momia guardián) y la serpiente llorona.

La serpiente llorona, se halla majestuosa e intensamente sugerente para cualquier comentario y análisis, bajo el resguardo celoso de la prominente y rocosa quebrada, en medio del riachuelo que limita a los caseríos de Ollabamba y Lliupa-pukio. Esta es una escultura tallada en una piedra de considerable tamaño, es imponente y tiene la forma de la cabeza de una serpiente, y por cuyos ojos esparcen formidables chorros de agua proporcionando una imagen sombría y tétrica, “como si estuviera llorando”, dijo la visión ilusionada de la admiración.

A priori el tallado de “La serpiente llorona” se evidencia disímil en época a los grabados de piedra. Muy posiblemente date a los tiempos en que los Chankas aparecen en el escenario político del Perú precolombino (1100-1350 DC.) y fue hecha con propósitos rituales.

Alejandro de Andahuaylas

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petroglifos de Lliupapuquio