viernes, diciembre 10, 2010

CUENTO ANDAHUAYLINO

Del libro BAJO EL CIELO DE LOS CHANKAS de Dario Echevarría Velasquéz


La trajedía de una familia en las alturas de Antapata, de solo dos hijos era peor, pasaban mucha más hambre que las de abajo. En una de las noches oscuras, cuando los niños cantaban triste ¡misericordía taytallay! El padre irritado de tanto canto y su llorar de los pequeños, con engaños los metió al costal, como vivían cerca de un barranco, desde allí los aventó hacia el río Chumbao, así pensaba diminuir su ansiedad este pobre hogar.

Pero los niños acostalados no cayeron de frente al fondo, habían quedado atrapados por Tánkares y Alilys a mitad del precipicio. Para el amanecer habían logrado salir del costal, y seguían cantanto y llorando allí. Así pasaron el día, ya en la noche apareción un Q'arachupa trayendo una mazorca de maíz, y le dejó, los niños de tanta hambre comieron así crudo como si fuera cancha. Así se repitió dos días, pues el bendito animal vivía por allí. hasta que vieron pasar tan cerca una garza blanca, grande como cóndor volando en silencio. Los niños gritaron en dúo !Apallawayku urayman señor garza¡ !Apallawayku urayman señor garza¡ La garza regresó. Se hubicó ente los niños, ellos subieron a su espalda blanca y resbalosa, la garza estiró las alas pareciera una avioneta, y despegó a nivel de las copas de eucaliptos y sauces del Qoyawacho. Pasó el Totoral, pasó San Jerónimo, siguiendo el cause del río, que se deslizaba triste. Vi desde mi casa pasar esa garza grande, pero nunca pensé que estuvieran llevando niños !Llamé a mi madre¡ Ella me dijo que era una ave de mal aguero. Alguién más recordará el paso de ésa gran garza volar por todo el valle del Chumbao. Ése año de seqías, había sido en todo Apurimac y todo el sur peruano.

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