lunes, marzo 22, 2010

Sociedad de esclavos

por: Alejandro Enciso Altamirano (2007)

Bien sabemos que vivimos dentro de una sociedad libre e independiente,  ¿Libre e independiente? ¿Estaré en lo correcto? ¿Tu qué opinas?... probablemente sea así. Quizás no queremos admitirlo, permanecemos bajo opresión de países capitalistas que nos echan a la miseria, al tercer mundo, y por su dinero seguimos siendo esclavos.
Lo irónico es, los gobiernos de turno insisten hacer tratos y contratos con los que nos dominan, el argumento inversión extranjera parece ser una perfecta excusa, sumados a las cláusulas secretas más los sobornos políticos hacen de cada nación miserables, lastimosamente nos entregan convivencias inciertas con nuestro por venir.
Es una lastima pensar la conciencia y la coherencia se aprende sino a golpes de la vida, otros siquiera se dan, ni al volver a tropezarse con la misma piedra, esperemos el gobierno del PAP caminando en su segundo mandato haya aprendido lecciones desde lo infausto del primero.
Con lo que respecta al plano individual, la esclavización se torna en el ámbito laboral inclusive en las convivencias y costumbres cotidianas.
Posiblemente muchos desacuerdos se planteen en torno a estas líneas. Como en cualquier esfera hay pobres y ricos. Sarcástico, pero los primeros simulan opulentos aún careciendo de nombres propios, gastando lo que no tienen, endeudándose su vida entera, no quedándole otra que vivir subyugado con aprietos económicos, toda la vida..
Mientras los adinerados de siempre nunca tienen nada, viven quejándose, aparentan austeridad, ellos saben la formula, viven a regazos de cada gobierno, a veces quizás siempre son gobiernos, mientras los elegidos vía voto popular meramente son marionetas, ejemplo por mencionar se tiene a quien llevaba el rostro peruano, irónico resultó con alma norte americano.
Lamentable pero real, los originarios, natos propietarios de territorios indo americanos fueron despojados, obligados al olvido de sus credos también de sus lenguas, ahora viven en arriendos, y arrodillados a una práctica de misticismos absurdos, rezando dioses anónimos, como si no fuera poco el escarmiento, obligados a pensar en una lengua que no es la suya, seguimos siendo subordinados, con justa razón la sociedad es de esclavos, pero pretendemos ser libres. No nos engañemos más, busquemos y luchemos por conseguir nuestra verdadera independencia.
La existencia del individuo dentro de la sociedad es pobre y carente de pensamientos, sin dignidad ni valores. La mayoría corre al compás de malos vientos sacando ventajas de las desventajas de otros.
Pues se desconoce lo justo, nada es justo sino injusticias de la justicia, basándose en ello atropellos contra la integridad y dignidad es como agua corriente siquiera bebible. La injusticia somete al servilismo a hombres de escasos recursos en su propio orbe.
Cuando incierto es mañana otra mejor que salir a otros horizontes no queda, en busca de eso que se llama dinero, un mal necesario para la subsistencia.
Y hablando del Perú específicamente, últimamente se ha formado dos clases de peruanos, los peruanos en el Perú, y los peruanos en el mundo, es decir, el otro Perú, esto debido a la escasez de trabajo en sus pueblos, o por invitación indirecta de fuentes laborales en países industrializados. Según datos estadísticos, existen más de 2 millones y medio de personas viviendo fuera del reino de los Inkas.
Los habitantes de los países pertenecientes a los llamados del tercer mundo y/o en vías de desarrollo, se ven en la penosa obligación en desmembrar sus familias. Tienen que viajar a distancias muy lejanas, como si no bastase lo insoportable del desarraigo, se tiene que someter a semejantes humillaciones laborales para luego remesar a sus seres queridos a manera de dólares. No sé si esta clase de vida es buena, creo que no, a mi modo de ver, también es vivir de manera esclavizada.
Real pero lamentable, las condiciones laborales en las distancias generalmente no son apropiadas siquiera para los del mismo pasaporte. En muchos casos, la explotación del hombre por el hombre es brutal no pudiendo acabar con este flagelo siquiera organismos de regulaciones laborales.
Los empresarios son beneficiados ampliamente con la masiva inmigración porque representan más horas de trabajo por menos salario. Además saben con demasía que el carecer de la ciudadanía los hace vulnerables.
Irónico y lamentable, fui y soy testigo de muchas injusticias, hombres y mujeres padeciendo mal tratos, burlados descaradamente sus esfuerzos, una palmadita o una sonrisa mentirosa es la disculpa a sus fechorías. Juro me revienta el corazón al ver muchas personas aguantárselas, morderse la lengua balbuceando sus impotencias acompañados con expresiones netamente disconformitas: no me queda otra.
- La puerta esta abierta, si no lo desea puede marcharse. - es la respuesta de un desvergonzado empleador ante cualquier reclamo.
La vida, nuestra única vida ya no es vida, muchos malgastan energías en lujurias a pesar de nuestras pobrezas, basta, entendamos de una buena vez, no somos libres, sí esclavos de nuestras propia ambición, también del sistema. Vivir no subsistir. Hagámoslo por nosotros mismos. Liberémonos primero nosotros, luego defendámoslo, no más tiempos de esclavitud, ya lo fuimos por mas quinientos años ¿Acaso no lo comprenden eso?

No hay comentarios:

petroglifos de Lliupapuquio