jueves, febrero 11, 2010

la pobredumbre de la política peruana

La política es una la actividad humana que tiende a gobernar o dirigir la acción del estado en beneficio de la sociedad. Ésta es básicamente la definición de la política. Pero que tiene que estar orientado ideológicamente. Es decir, un objetivo con un conjunto de ideas.

¿Y, qué es una idea? es la comprensión instintiva que tiene el individuo sobre un tema; es el punto de partida para elaborar un argumento y el argumentos es el razonamiento empleado por el político para convencer o demostrar a alguien de algo. Finalmente un conjunto de argumentos es un plan, y un plan es un proyecto, un programa que se van a hace y cómo hacerlas.

Este año, es año electoral. Entonces mis cuestionamientos pueden ser molestos para algunos y beneficiosos para otros. ¿Habrá un partido político en el Perú con un alineamiento ideológico bien definido y con plan de gobierno nacional, regional o provincial? De haberlo ¿cuáles son los argumentos con los que se presentan como alternativa nacional, regional o provincial? ¿A estos grupos políticos se los conoce por sus capacidades de gestión publica y de servicio social o simplemente son consecuencias o de ambiciones políticas de la política irreal? Es decir, la politiquería. La respuesta a la última cuestión puede ser clave para elegir a un buen representante municipal, regional o nacional.

De pronto me toca hablar del individuo, del candidato ¿qué es un candidato? Según el diccionario universal es aquel que obtiene dinero de los ricos y voto de los pobres con la promesa de proteger a uno de los otros. Al final, el candidato una vez elegido por voto popular en democracia, pasa a ser la marioneta del rico; es decir, a pagar los favores prestados, y al final de todo, quien termina gobernando una comuna, región o al Estado es el poder económico y no el candidato.

Para que no se repita esta triste y vergonzosa realidad, es necesario contar con hombres (políticos) que tengan la convicción nata del servicio social y capacidad administrativa, pero por sobre todo que tenga personalidad, con ideas, con argumentos y con proyectos serios y contundentes de acuerdo a la realidad de su entorno.

No es necesario ostentar un titulo universitario para decir estoy preparado. Muchos hombres en las universidades aprenden solamente las mañas de cómo ser mañoso, o simplemente son especializados a vivir y convivir en la corrupción. Si el profesional tuviera la capacidad del servicio comunitario de seguro estaríamos hablando de un hombre razonable. Y es lo que falta en el Perú contemporáneo; hombres razonables.

Es mentira el argumento del político que dice que su agrupación tiene como recurso la aplicación de una política moderna contemporánea para solucionar los problemas sociales y culturales del Perú. Lo que tiene son cuerdos y acuerdos con los poderes económicos.

Menospreciar la historia que nos avala milenarios, es imperdonable. La política económica, social, cultural y militar aplicados por los antiguos peruanos era y es admirable, y eso, que no eran profesionales universitarios. Si viviera Anq’u ayllu o pachakutiq de hecho que de enojo se moriría. Dicho esto, un profesional inconsciente no es garantía para nada, sencillamente es un ventajero bien hablado.

Pero según pasan los días y comienza las presentaciones de personas y personajes que hacen política en el Perú y tienen aspiraciones de gobierno es cuando admiro más a los burros por ser burro y a los zorros por ser zorro, porque estos obedecen a sus instintos animales para su supervivencia. Ojalá me equivoque. El político improvisado peca por inocente y el político de un partido tradicionalista simplemente obedece al instinto lógico de la irracionalidad; sabe lo que hace y lo que hace por lo general es premeditado y persigue sus intereses individuales. ¿alguien duda de lo que representa para el Perú vpartido aprista? Mi respuesta es: miseria.
Estimados hermanos, ustedes saben por demás quien es quien. No te dejes engañar con falsas propuestas y con regalos de segunda mano. Quiérete muchos de lo que te quieren, y si te quieres querrás a tu pueblo como lo quiero, entonces sabrás a quien elegir.

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