martes, marzo 31, 2015

Congresista Reynaga padre del plagio.

Al promediar la media noche del día 30 de marzo, el Congreso de la Republica del Perú le ha quitado la confianza a la Primera Ministra Ana Jara. La noticia, pues, no fue de agrado para muchos andahuaylinos, ya que los compromisos asumidos durante su visita para solucionar el paro indefinido en contra de la Empresa Electro Sur este, pasaran a un segundo plano.  Del mismo modo, algunos solteros mostraron una tristeza al saber que no volverá a la ciudad de Andahuaylas en busca de un soltero. Se sabe que en su visita a la ciudad de Andahuaylas la entonces premier se dio un espacio para buscar personas sin compromiso sentimental.

 Y no solamente estas son los reveces con los que Andahuaylas se encontró a la hora del desayuno, también el recuerdo no tan grato que el congresista Jhon Reynada quien fuera suspendido por 120 días en septiembre del 2014 por hacer que su personal lleve a cabo labores que no les correspondía, recuerda el periódico La Reublica y dice que no aprendió la lección porque Perú 21 revela que un proyecto de ley presentado la semana pasada por Reynaga, para priorizar los servicios de educación básica especial del Programa de intervención (Prite), tiene párrafos que resultan ser copia difundida en  la web de la ONU, en una sección sobre personas con discapacidad. El no citar la fuente resulta un plagio. También dice, dice Perú 21 que pasó lo mismo en junio del 2014 cuando el congresista presentó un proyecto de ley que plagió un documento del Parlamento Andino del 2012 y un documento del Ministerio de Educación del 2006.

Sobre el caso más reciente, dice Perú 21 que, Reynaga responsabilizó a su asesor de copiar y pegar textos sin citar la fuente.

Lo concreto y real es que los laureles se lo lleva quien los firma, en este caso Reynaga es responsable de todo el personal que labora en su nombre y no hay argumento que pueda justificar la actitud perspicaz de nuestro padre de la patria.  Reynaga de ser padre de la patria es, pues, des-afortunadamente nuestro padre del plagio. 

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