LA LEYENDA DEL VARAYOQ`: Kuraka kuntur sunq'o.
Cuando mientras bailaban los novios con rica música y cantos de los acompañantes alegres, apareció entre la gente un varayoq con un bastón en una mano y en la otra Coca Piska de condor puru. Mirando a la pareja de recién casados, de su piska saca tres hojas verdes de coca kinto, nuestra como hostia y dirige sus palabras trémulas de anciano:
¡warmakuna...!
allinpi kausakuychis, kamachikuyta ama qonqaspa.
¡Ama llullayá
ama suwayá
ama q'illayá
ama waqrayá!
¡Chiripi wayrpi, o muchuypipas, kuskallayá, kusillayá kausakuychis!
Diciendo estos cuentro consejo de la ley Chanka, se puso la coca en la boca, y bebió un vaso de chicha, cuál cáliz eucarístico. Sacó un puñado de coca, besó y aventó al aire como sembrr trigo. Las hojas convertidos en golondrinas se fueron volando, uno al Apu Landa, otro al Apu Muchkani, otros hacia Argama y laguna. Quedaron mirando desaparecer las avecillas, mientras ya no estaba el anciano. reaccionando algunos dijeron que era el espiritu del cerro, el gran sacerdote que vivía en el corazón del Sondor.Bendecía matrimonios que pasaban por allí, para buena diciplina del pueblo Chanka. Las parejas que no fueron bebdecidas pasaban mala vida y abandonaban su hogar.
Terminando el acto, bajan en fila por el sendero angosto enre toltes, teterkas y chamisas kantando takis alegres de costumbre hasta llegar a la ramada hecho por los queridos padres.
taytallay , mamallay
kasaraykachiway
esquina sumaq runapa, warmi chirinwan.
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copiado tal cual está escrito en el libro.
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